Dicen que uno de los mejores momentos para viajar a Japón es en primavera, para así poder ver el cerezo en flor. Dado que Japón tiene muchos cerezos, la verdad es que en cualquier parque puedes disfrutar de este espectáculo. Uno de los caminos que puedes hacer mientras observas los cerezos en flor es el Camino del filósofo en Kioto, aunque este camino se puede hacer en cualquier momento que visites la ciudad de Kioto. Es un paseo perfecto para sumergirte en tus pensamientos. El Camino del filósofo discurre junto a un canal, desde el templo Nanzen-ji en el sur hasta el templo Ginkakuji, en el norte.

El recorrido merece la pena hacerlo, dado que es un camino que es muy visitado tanto por turistas como por la gente local. Además, también nos podemos encontrar cafeterías para comer algo o tiendas para comprar algún recuerdito., aparte de templos que podemos visitar.

El Camino del filósofo está situado en el barrio de Higashiyama, y perfectamente señalizado, por lo que no tiene pérdida. Puede llevar unas dos horas el recorrerlo, aunque todo depende de cada uno.

El camino del Filósofo también se le conoce con el nombre de Tetsugaku No Michi. El nombre lo recibe de un filósofo que paseaba para ir a meditar a los diferentes templos del camino en el siglo XX, Nishida Kitaro.

Nosotros os vamos a contar la ruta empezando en el sur, es decir en el templo Nanzen-ji, situado al noreste de Keage Station. Podéis hacer también la ruta de norte a sur, como mejor os venga.

Comenzamos en Nanzen-ji que es un conjunto de templos donde cada templo tiene su jardín. Para visitar los jardines tienes que pagar de manera individual unos 300 yenes. Siempre y cuando no queráis visitar todos los jardines ya que al final os puede salir por un pellizquito. Pero si es para visitar algun en concreto no es nada caro. Para hacerte una idea de la extensión del terreno hay que ir a la puerta Sanmon. Uno de los jardines más bonito que tiene este complejo es el jardín de grava Hojo, que para meditar o estar un rato tranquilos es perfecto. Justo detrás de este jardín hay un acueducto de ladrillo rojo, y en el que se pueden hacer unas bonitas fotos. Este acueducto aun se usa para llevar agua desde el lago Biwa hasta Kioto.

Siguiendo la calle Shishigadani-dori llegamos al siguiente templo, Eikando, al cual se accede por la puerta So-Man, que está unos metros más adelante que la puerta Korai-mon. Siguiendo el ancho camino amurallado, podemos ver a un lado un aparcamiento para bicis y a otro un templo más pequeño, Chifuku-in. El camino está cubierto de árboles por lo que en otoño con el cambio de hojas ofrece un bonito espectáculo de colores. Al final del camino, encontramos la puerta Yakui-mon, donde está la taquilla para comprar la entrada.

Justo al pasar la puerta nos tendremos que quitar los zapatos y guardarlos en una bolsa. Aquí podemos encontrar diferentes salones con numerosos detalles. Aunque el templo no es un templo budista zen, sí que podemos encontrarnos con un jardín zen de arenilla blanca. Una vez vistos los diferentes salones, subimos las escaleras de madera Garyuro, que en su base hay una fuente sonora, que llevan hasta la pagoda Tahoto de dos pisos. Desde aquí tenemos unas   hermosas vistas.

Una vez terminado este templo, por la calle Reisen-dori, podemos llegar hasta donde inicia el canal. Justo aquí, desviándonos un poco, podemos ir a ver el templo Nyakuojicho. Luego, volvemos al canal para ir hacia el santuario Otoyo, custodiado por unos ratones. Hay una leyenda que cuenta que los ratones traen salud, felicidad y larga vida. Es un santuario muy tranquilo por lo que pasear ya que es un sitio que los lugareños usan para orar. La entrada a este templo es gratuita, y se visita en un ratito.

Volvemos hacia el canal para continuar con el camino del filósofo hasta llegar a Honen-in Bridge que nos quedará a mano derecha. Cruzamos el puente y llegamos hasta el final de la calle donde tenemos que elegir si ir a la derecha o a la izquierda. En este punto nos podemos desviar por el camino de la derecha para visitar el templo Anrakuji y el templo Reikanji.

Para llegar al templo Honen-in debemos elegir el camino de la izquierda y continuaremos por esa calle dejando un parque a la derecha hasta que encontremos una calle a mano derecha por el que continuaremos hasta llegar a la puerta de entrada del templo Honen-in.

El templo Honen-in tiene un jardín de camelias que se puede ver desde la sala Hojo. Esta sala contiene pinturas de Kano Mitsunobu, y solo se puede visitar en las dos primeras semanas de abril (del 1 al 17) y la primera semana de noviembre (del 1 al 7). Estas fechas coinciden cuando el templo tiene más visitas. Este templo se utiliza mucho para recitales de música japonesa y occidental y para ceremonias del té.

Continuando por el canal, nos encontramos con el templo Mirokuin, donde podemos hacer una parada para poder conocerlo, antes de continuar hacia el último templo del camino del filosofo, el Ginkaku-ji, el templo de plata, del cual hablamos en el post de los lugares imprescindibles que ver en Kioto.

En el mapa que hay a continuación os mostramos la ruta completa, tanto con los templos principales como los secundarios.

Mapa de la ruta completa

Esta ruta nos parece una gran idea para hacerla de manera calmada, sea la época del año que sea, dado que  entre templo y templo puedes también pararte a hacer compritas o incluso a comer algo. Es una buena idea para desconectar un poco de todo. Esperamos que os guste.

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